El principio de partida doble en contabilidad exige que por cada transacción financiera se realicen dos asientos iguales y opuestos en dos cuentas diferentes: un débito y un crédito. Esto garantiza que la ecuación contable (Activo = Pasivo + Patrimonio) permanezca equilibrada.
Ejemplo: Compra de equipos para una empresa mediante un préstamo
Transacción: Una empresa compra un equipo por un valor de $10,000 utilizando un préstamo bancario.
Recursos (Activos): La empresa ahora cuenta con equipos por un valor de $10,000.
Esto se registra como un aumento de activos (equipos).
Débito: Equipo (Cuenta de activos) = $10,000
Fuentes (Pasivos): La fuente de este equipo es un préstamo del banco.
Esto se registra como un aumento del pasivo (préstamo bancario).
Crédito: Préstamo por pagar (Cuenta de pasivo) = $10,000
En este caso:
Activos (recursos): $10,000 en equipos
Pasivos (fuentes): préstamo por pagar de $10 000
El balance reflejaría:
Los activos aumentan en $10.000 debido al equipo.
Los pasivos aumentan en $10,000 debido al préstamo, manteniendo la ecuación contable equilibrada.
Este ejemplo demuestra cómo el principio de partida doble mantiene el equilibrio en la contabilidad al registrar tanto el recurso (equipo) como la fuente (préstamo).